Aquí publicaré temas de psicoanálisis, cine, literatura. Algo de lo que veo y leo en nuestra ciudad
















viernes, 15 de enero de 2010

La angustia


En cambio con la angustia no podemos quedarnos en la cama, pero tampoco salir. Ni quedarnos solos, porque nos da miedo,  ni acompañados, porque la gente nos molesta.
Pero hay veces que hay angustia, pero no la vemos como tal. Se puede padecer angustia y no verla. A veces se hace necesario un esforzado recorrido por diferentes especialistas  médicos que prefieren asegurarse de que el paciente efectivamente no padece ninguna de las graves enfermedades que los síntomas hacen sospechar, antes de decir: a Ud. No le pasa nada, y recetar un tranquilizante. Cuando es verdad que a la persona le pasan cosas, sólo que vienen disfrazadas de síntomas físicos.
Mareos, dolor de oídos, sensación de que el suelo viene hacia nosotros, o de que nos vamos a caer. En otros casos, dolor en el pecho, o en el brazo izquierdo… Vamos, que casi todos vemos las mismas películas y series de médicos y creemos saber cuándo lo que se avecina es un… infarto al corazón…
Pero lo que es más difícil es pensar que podemos padecer angustia y no verla. En una adolescente, la pérdida de apetito, o de sueño, el bajón en los estudios, puede significar que se ha enamorado, y eso no es lo evidente. Hasta podemos preguntarnos por qué esa joven no manifiesta su encuentro con el amor como algo positivo, sino como pérdida (de notas, de peso, de alegría).
En los humanos, las cosas no suelen ser siempre lo que parecen. Solemos tener que 
 hacer “una lectura”, una interpretación de casi todo lo que hacemos. Y es bueno pensar que no hay una sola manera de resolver las cosas que la vida nos plantea.

4 comentarios:

  1. Hola Mónica!
    Continúo leyendo tus interesantes artículos. ¿La angustia nos acompaña siempre, sólo que en determinados momentos o situaciones se acentúa? Me gustaría saber más sobre ella.
    Conozco personas que padecen esta angustia en lo corporal (hipertensión, problema de piel, rubor, dolencias físicas), mientras que otras a nivel mental (obsesiones, fobias...).
    Creo que la angustia lo que produce es una especie de "paralización". Creo que es sano poder ir detectando la angustia que todos tenemos, para seguir avanzando en la vida! Creo que la angustia nos va mostrando que en el ser humano hay cosas que se reprimen y que quizás algunos aspectos nuestros (pensamientos, ideas, emociones...) permanecen en estado inconsciente. La angustia nos avisa de que tenemos que atender algo, de que algo nuestro hay en cada situación que atravesamos...
    Saludos!
    Víctor

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    1. Hola Víctor! Creo que más que acompañarnos, la angustia nos constituye. En ese sentido es propia de lo humano, aunque no todos la padezcan como tal. Haces bien en relacionar angustia con represión. Y el fracaso en alguna represión es lo que la hace aparecer. Si quieres saber más, trabajo de Freud, Inhibición, síntoma y angustia es la mejor referencia.
      La angustia es señal. Y es tan fuerte que tenemos que seguirla. Pasa que a veces se enmascara commo enfermedad física. Y eso tranquiliza, porque nos permite ponernos en manos del médico. Por eso hay síntomas que insisten.
      Un saludo y gracias.

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  2. Hola Mónica,
    Estoy leyendo artículos de Freud y me parecen muy interesantes. Hace algún tiempo estuve estudiando bastante teorías psicoanalíticas, después estuve un tiempo de pausa y ahora vuelvo a tener "ganas" de estudiar psicoanálisis. Es curioso... Las cosas se dejan y se retoman, en varios momentos de la vida...
    Saludos,
    Víctor

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    1. Hola Víctor:
      Es lo que tienen los clásicos: siempre están ahí. Vamos y volvemos, y siempre descubrimos. Siempre leemos otras cosas. Sobre todo porque, con seguridad, en tu pausa seguiste leyendo. Otros temas, o autores, o géneros. Y con ellos volvemos al clásico, que, así, se renueva.
      Un saludo

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