Encuesta de la Federación de Mujeres Progresistas.
Madrid, 24 de noviembre de 2011.
Dar a conocer la conexión existente entre las desigualdades en las relaciones de pareja de jóvenes y los posibles episodios de maltrato que pueden producirse es el objetivo del informe que la Federación de Mujeres Progresistas ha hecho público hoy, con motivo de la celebración mañana del Día Internacional contra la Violencia de Género ¿Igualmente? Alumnado y género, actitudes y comportamientos recoge los datos de un total de 1.396 cuestionarios realizados entre 2009 y 2010 en institutos de secundaria de las ciudades de Madrid y Burgos. Entre los principales resultados destacan que el 80% de las personas entrevistadas considera que la chica debe complacer a su novio, más del 40% piensa que el chico tiene la obligación de protegerla a ella y cerca del 60% está de acuerdo en que los celos son normales en una relación.Leer más: http://www.blogger.com/post-edit.g?blogID=2134797550528208212&postID=89191514948248083
Si no empezamos por llamar a la violencia de género lo que es: violencia de SEXO o -mejor- terrorismo de sexo, no adquiriremos verdadera conciencia del problema. Esa conciencia comienza, precisamente por la palabra, por la semántica de un hecho al que hay que llamar por su nombre y no con los eufemismos del lenguaje político (que está agrediendo continuamente a la lengua y desvirtuándola de manera inclemente). El género es un concepto gramatical, por lo tanto no cabría hablar de género cuando nos queremos -sin conseguirlo- referirnos a ese tipo de violencia. Si esto fuera así, cabría pensar que también habría una violencia de género neutro o de género epiceno y esto es radicalmente falso.
ResponderEliminarGracias Manolo por pasearte por mi blog. El tema de la violencia puede ser abordado de múltiples maneras. Me imaginé, de pronto, que pudiéramos hacer lo que dices: la palabra sexo, proliferando por los periódicos, las noticias de radio y TV. La palabra sexo, dicha, oída varias veces al día, por cientos de miles de personas... Y en la imagen veo que no estamos preparados. Hay que seguir trabajando..
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Forega, es violencia de sexo y viene cada vez más marcada y aceptada entre la gente más joven. Contrariamente de lo que cabria esperar: que el fenómeno se fuese erradicando por medio de las campañas socio-educativas que continuamente nos bombardean. Veo con disgusto que una gran parte de población femenina, muy joven, se identifica con el modelo barbie-sumisa lo que otorga a los chicos unos derechos que envilecen ambos sexos y al nuestro sexo lo desprovee de su valor diferencial horizontal. Aún esta muy instaurada la idea de que si el chico consiente ciertas cosas y no es celoso no tiene interés en la mujer, hay empieza la batalla educativa, con las niñas primero y desde casa.
ResponderEliminarHola Anaís. Evidentemente el problema es muy complejo. Pero uno no menor es creer que se erradica con campañas, como tú muy bien señalas.Formas de pensar con siglos de existencia no se cambian con un curso de ocho encuentros y cuatro anuncios. Es un trabajo constante. Las campañas y los anuncios sirven para tranquilizar conciencias, dar trabajo a profesionales y banalizar el tema.
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