Aquí publicaré temas de psicoanálisis, cine, literatura. Algo de lo que veo y leo en nuestra ciudad
















domingo, 17 de enero de 2010

Estrés pos-vacacional

Estrés vacacional

Que descansar también es un trabajo, y hay que aprender a hacerlo. Porque de lo que se trata es de la convivencia y es bueno recordar que hoy en día, todos juntos, toda la familia, convivimos pocas horas al día. Y como esas horas suelen estar llenas de ocupaciones, casi no hay tiempo para pedir nada, ni negar nada.
Las vacaciones son unos espacios vitales que se prestan a los mitos. A partir de la adolescencia, sobre todo. Íbamos a ser los reyes de la playa, del ligoteo. O volveríamos a ver a esa chica o chico que nos había impresionado el verano anterior. No se acabarían nunca y nos escribiríamos con todos los que conociéramos.
Luego la vida te hace mayor,  y llega la hora de hacer compromisos. Pero la fantasía de hacer todo lo que no podemos durante el año permanece. Y cualquiera sabe que diez días no dan para tanto. Y sin embargo… Para lo que sí dan es para disgustarse, para sentir que son los demás los que nos impiden disfrutar y para sentir que una vez más habíamos renunciado a algo (playa en lugar de montaña, con amigos en lugar de solos) y que no ha valido la pena.
Quizás son estas las cosas que hacen que el período post-vacacional sea uno de los momentos del año en que los profesionales de la salud mental más consultas realizamos. Y por eso, porque se puede realizar una tarea de prevención, es bueno que  la preparación de las vacaciones sea una parte de las mismas, en la que todos los implicados participen. Y así, cada uno tenga un espacio para cumplir sus fantasías.


                                                                            
                                                               
                                                                                            

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